El problema de la vivienda no se resuelve construyendo viviendas
Julio Mosquera - www.aporrea.org
04/04/11 - www.aporrea.org/actualidad/a120900.html
A primera vista el título de este
artículo pareciera un trabalenguas y para algunos tal vez un sin
sentido. Pero creo que apunta al centro del problema y de las
posibles soluciones. Como profesor de matemáticas sostengo que la
mitad de un problema está resuelto cuando el problema se plantea
correctamente. Muchas veces no podemos resolver un problema dado
simplemente porque lo planteamos de manera incorrecta. Hasta ahora se
nos ha hecho ver que el problema de la vivienda en Venezuela es el
llamado déficit de viviendas, en otras palabras, la falta de
viviendas. Pareciera que se asume un concepto de la vivienda en el
sentido clásico, tal como lo propone la concepción capitalista de
la vivienda. Esto es, la vivienda unifamiliar, la vivienda para la
familia tal cual como la entiende la sociedad burguesa. Sobre este
punto volveré más adelante. Busco con este artículo llamar la
atención sobre la manera en que se ha formulado el problema y las
soluciones que de ella se desprenden, y como si reformulamos el
problema surgirán otras soluciones.
En la economía capitalista, la mayor
inversión que hace un buen número de personas es la adquisición de
un hipoteca para comprar una vivienda. En efecto, la economía
capitalista sufre serias consecuencias cuando la adquisición de
hipotecas disminuye notablemente. La reciente crisis económica que
sufrió principalmente los Estados Unidos, se llamó la “burbuja
inmobiliaria”. Porque estuvo estrechamente relacionada con una
manera muy particular en que se negociaron y renegociaron hipotecas
en el mercado nacional e internacional. Tenemos así pues que la
construcción de viviendas unifamiliares para ser vendidas a crédito
a familias constituidas bajo el esquema burgués sea una de las
principales actividades económicas en la economía capitalista.
Adquirir una vivienda, separada de las demás por un buen lote de
terreno, que sea una especie de isla urbana, donde se pueda estar sin
salir de ella y sin estar en contacto con los vecinos, es parte del
sueño estadounidense (“American dream”). Además, esas viviendas
se encuentran en las afueras de la ciudad, generalmente en zonas
donde no hay servicio de transporte masivo, de manera tal que tener
uno o más carros es una necesidad. Ese tipo de viviendas con todas
las comodidades y alejadas de otras viviendas y de la ciudad son una
especie de cárcel, con ellas se instituye una especie de
encarcelamiento auto-infligido. En fin, la vivienda en el capitalismo
está concebida como la vivienda para la familia que el capitalismo
promueve en el contexto de la economía capitalista. Vista la
vivienda de esta forma, el llamado “problema de la vivienda” se
reduce al problema de la construcción de viviendas para un mercado
dado que puedan ser consumidas por un mayor número de personas, y de
manera tal que su organización y distribución contribuya a reforzar
los valores del capitalismo y su perpetuación.
Ha dicho Marx que las ideas dominantes
en una sociedad son las ideas de la clase dominante. Entonces no nos
debe extrañar que esa concepción de la vivienda como la concibe la
clase dominante, sea la concepción dominante en nuestra sociedad. De
allí que estemos planteando el problema actual de la vivienda en
Venezuela a partir de una concepción capitalista de la vivienda. La
vivienda como el lugar de confinamiento de una familia funcional
(padre, madre y uno o dos hijos o hijas), un lugar donde pueden pasar
todo o parte del día sin necesidad de interactuar con los y las
vecinas. La vivienda como objetivo de vida, como parte de un sueño
que una vez logrado se ha alcanzado todo en la vida y que después
sólo queda echarse en un sillón a ver televisión. Los hijos e
hijas cada uno en su cuarto conectado a la red y desconectado de sus
vecinos, un televisor en cada habitación para que cada quien tenga
la libertad de consumir el programa de su preferencia, claro está
sujeto a la basura que ofrecen por más de cien canales de
televisión. De esta manera el problema de la vivienda se entiende
como la falta de una vivienda para cada familia, una vivienda
entendida en el sentido capitalista antes descrito. Una vivienda al
servicio de la reproducción de las formas de vida y las condiciones
objetivas que soportan la reproducción del capitalismo.
Tomando en cuenta lo anterior, propongo
que el problema de la vivienda se reconsidere a partir de una
concepción diferente de la vivienda. Lo cual pasa, claro está, por
una reconsideración de la idea de familia. Abandonar la idea
dominante de una vivienda para la familia aislada. De esta manera no
se trataría de pensar el problema sólo en términos de construcción
de viviendas. Se requiere pensar en muchas otras cosas, como por
ejemplo: espacios para el encuentro, espacios para el
entretenimiento, espacios para la organización colectiva, espacios
para la manifestación cultural, espacios para la satisfacción
colectiva de necesidades, así como vínculos virtuales y reales
entre esos espacios y de ellos con el resto de la ciudad.
Desde esta perspectiva no es suficiente
localizar lotes de terrenos donde se puedan construir viviendas en el
sentido capitalista, como mercancías para ser negociadas en el
mercado. Más bien se trata de buscar espacios que sean humanizables
donde se pueda vivir, tener un hogar, compartir con otros y con
acceso a la ciudad. No se trata de construir espacios para aislar a
grupo de personas entre si y de otros grupos de personas. Se trata de
construir espacios donde se promueva la vida en común.
Se requiere entonces planificar la
construcción de lavanderías de uso público, espacios para el
intercambio de productos elaborados por los miembros de la comunidad
o de otras comunidades (tales como alimentos, adornos, utensilios,
etc.), espacios para el trabajo artesanal, plazas para el intercambio
y la vida en común, lugares para compartir manifestaciones
culturales (donde se pueda cantar, bailar, actuar, exponer, etc.),
espacios para la educación formal, nodos de conexión con el resto
de la ciudad que favorezcan el uso del transporte masivo o colectivo.
Esos lugares debe garantizar el fácil acceso de los proveedores de
servicios, tales como policías, bomberos y aseo urbano, y estar
abiertos a todos. En fin, se trata de una nueva forma objetiva de
vida que promueva un cambio de mentalidad y no al revés.
Reitero para concluir, el problema de
la vivienda tal como está planteado no tiene solución en el marco
del capitalismo. Repensar el concepto de vivienda, nos lleva a
plantear el problema de la vivienda de otra forma. Una primera
aproximación a la solución del problema permitiría crear
condiciones objetivas que promoverían un cambio de mentalidad.
Twitter: @mosqueraj
Totalmente de acuerdo contigo, la construccion de viviendas se explotó tanto durante tantos años que ahora muchos inmuebles están vacíos y aun así se sigue construyendo...
ResponderEliminarhola buenos dias soy madre soltera tengo un hijo de 3 anitos.y pues quiero una vivienda y no tengo trabajopor mi problema audicion baja por favor registrame anotame y construye te dejo mi nunmero 04267739933 04161710978.mi nombre dayana del carmen contreras alarcon cd 17644151 nacida 20/02/83 gracias soy san cristobal
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